Cómo almacenar Granos de Café (y consejos para congelar Granos de Café)

Así que tienes una bolsa de exquisitos granos de café recién tostados. Le has acertado con la molienda, el tiempo y el radio y has preparado una taza increíblemente deliciosa. Ahora quieres asegurarte de poder disfrutar esa experiencia de café recién molido por el mayor tiempo posible.

¿Pero cómo puedes prolongar esa felicidad? ¿Cómo puedes prevenir que esos hermosos tesoros pierdan frescura, se oxiden o incluso – nos atrevemos a decir – se vuelvan rancios?

No temas, mi compañero aficionado del café. Estoy aquí para sugerir el mejor modo de almacenar granos de café y así preservar esas pequeñas pepitas de delicia para el mayor disfrute del café fresco recién tostado.

Los Granos de Café son Perecederos

Los granos de café son un producto comestible natural, así como la fruta madura o el pan recién horneado. Y al igual que todos los productos de comida naturales (no estamos hablando del queso con sabor a plástico o esos sándwiches de carne de origen misterioso de la máquina expendedora) los granos de café tienen un cierto tiempo de duración.

Y la triste verdad es que, esa duración es de alrededor de un mes (Es por eso que recomendamos comprar solamente la cantidad de café que beberás aproximadamente en un período de un mes). Pero una verdad aún más triste es que: si no eres cuidadoso, podrías reducir esa duración de almacenamiento a la mitad, o incluso menos.

Así que comencemos observando a qué te enfrentas, y luego te daremos una serie de estrategias para mantener tus granos de café frescos.

Los Cuatro Jinetes de Apocalipsis del Café

A menudo decimos que los Cuatro Jinetes del Apocalipsis del Café son el oxígeno, el calor, la luz y la humedad.

El calor es casi tan malo, ya que el calor acelera las reacciones químicas que destruyen al café. Por cada aumento de 10 grados Celsius (10°C), las reacciones químicas – tales como la oxidación – suceden hasta dos veces más rápido. Así que almacenar tus granos de café en una parte calurosa de tu cocina (por arriba del horno, por ejemplo, o incluso encima de la máquina de café) acortará su tiempo de vida útil notablemente.

La luz también estropea el delicado sabor y los compuestos del aroma del café. Así que esa hermosa jarra de vidrio con una tapa pulida de cobre que tienes adornando en un estante alto de la cocina – oh espera, esa es mi cocina. No es el mejor lugar de almacenaje a largo plazo.

El peligro final: la humedad no sólo introduce la posibilidad de moho y hongos (confía en mí, no quieres siquiera pensar en granos de café mohosos), sino que también introduce malos aromas y puede transportar olores de otras partes de la cocina.

Así que enfrentándote a todos esos peligros existentes ante tu atesorado café, ¿Cómo puedes asegurarte de que los granos de café se mantengan frescos? La solución: almacénalos apropiadamente para protegerlos de esos peligros. Aquí tienes tres soluciones para granos de café enteros, y una adicional para circunstancias especiales.

Almacenamiento sin gasto adicional: La Bolsa de Café

Una solución que se encuentra fácilmente disponible: bolsas de café opacas equipadas con una válvula de un solo sentido. Puedes encontrar café ya almacenado convenientemente en esas bolsas en supermercados y online en Amazon.com. Este sistema de almacenamiento permite un empaquetamiento fácil del café recién tostado mientras que mantiene la mayor cantidad de dióxido de carbono intacto posible para prevenir la oxidación. Además, la válvula de un solo sentido permite que el dióxido de carbono escape mientras que el café naturalmente se desgasifica – en vez de inflar la bolsa.

Cuando llega el momento de almacenarlo para la siguiente preparación del café, no simplemente cierres la bolsa: enrolla la bolsa de manera que puedas remover la mayor cantidad de aire posible del interior, luego coloca una banda elástica alrededor para mantenerla cerrada y así reducir la cantidad de aire que ingresa. Luego guarda la bolsa en un lugar fresco y seco – no en el refrigerador en donde la humedad se condensará alrededor de los granos de café cuando abras la bolsa, y aromas externos los impregnarán.

Nadie quiere un café Colombiano Caturra que huele a hojas verdes de ensalada del refrigerador. No, no es tan bueno como un bote de café de cerámica sellado al vacío, pero mantendrá lejos el peor deterioro durante algunas semanas.

Mejor almacenamiento: Un Contenedor de Café

La Asociación Nacional de Café de Estados Unidos ofrece un requerimiento muy simple para el almacenamiento de café: lo que necesitas es un contenedor opaco y hermético. (1)

Hay botes de almacenamiento de café de especialidad disponibles en el mercado, y algunos de ellos son de hecho muy buenos. Todos ellos son mejores que moler el café que se consume en una semana  y almacenarlo en una bolsa de plástico, pero los mejores de ellos son realmente fantásticos, y pueden mantener el café molido como recién molido hasta cerca de un mes (asumiendo que uno tomara todas las otras precauciones, tales como evitar el calor y la humedad).

Si te encuentras considerando uno de esos, échale una ojeada a nuestro análisis de los mejores contenedores de café leyendo nuestra guía. Examina los detalles de siete contenedores de café dedicados, y por supuesto tenemos nuestro favorito.

Si realmente tienes la intención de mantener tus granos de café lo más frescos posibles, éste bote de café de acero inoxidable de Coffee Gator es tu mejor apuesta. Diseñado para ayudar en la liberación del dióxido de carbono y minimizar la oxidación, se asegura de que tus granos de café se mantengan frescos ¡por el mayor tiempo posible!

¿Puedes congelar Granos de Café?

El congelador es otro lugar en donde guardar tus granos de café – con una seria advertencia: No abras tu contenedor de granos de café dentro del congelador. ¿Recuerdas las preocupaciones acerca de la humedad? Los granos de café fríos atraerán condensación si abres el contenedor mientras aún se encuentren congelados. Si los colocas en el congelador luego de abrir, la condensación puede conducir a aquel aroma horrendo a quemado de congelador.

Pero con un uso cuidadoso, el congelador puede ser una buena solución si compras granos de café en cantidad – digamos, por ejemplo una bolsa de 2 kilos o una cantidad en oferta. Asegúrate de almacenar los granos en contenedores individuales herméticos (o esas bolsas para congelador selladas al vacío), cada una conteniendo alrededor de la cantidad de café consumida en un mes. Escribe la fecha en el contenedor para que puedas saber cuando los has guardado, y mantenlos congelados hasta que necesites más café. (2)

Finalmente, cuando los tomes del congelador, déjalos que alcancen temperatura ambiente antes de abrir la bolsa. Eso prevendrá que la condensación se forme sobre los granos de café, y también evitará los olores adicionales y el riesgo de moho y hongos.

Almacenanando Café Molido

Esta es la última opción para almacenar café, pero algunas veces no tienes otra opción. ¿Viajas a un lugar sin buen café? ¿Tu molinillo de café no muele lo suficientemente fino para tu máquina de espresso, así que llevas a que te muelan los granos de café en la tienda? Nos sucede a todos.

Incluso más que con granos enteros, es importante proteger el café molido del aire, la luz, el calor y la humedad. La mejor solución: compra aproximadamente la cantidad de café que consumirás en una semana, y luego mantén el café en un contenedor especial para café. Si estás viajando, muele sólo la cantidad que necesitarás, coloca el café molido en una bolsa Ziploc, y quita todo el aire antes de sellarla. Luego guárdala en tu equipaje en donde esté a salvo del calor, la luz y la humedad. Este método es adecuado para un largo fin de semana, pero si estás viajando durante mucho más tiempo, compra café fresco en donde te encuentres.

El Veredicto: ¿Cuál es el mejor método para almacenar Granos de Café?

Al final, el modo más recomendado en cuanto a cómo almacenar granos de café es mantenerlos en un buen contenedor hermético que haya sido diseñado especialmente para café. Te otorgará la mayor protección contra el oxígeno, el calor, la luz y la humedad.